lunes, 29 de diciembre de 2014

GRANDES MULTINACIONALES QUE EVITAN TRIBUTAR EN ESPAÑA




Es sabido por todos que, grandes multinacionales, tales como: Pepsi, Ikea, Burberry, Amazon o McGraw-Hill operan en España a través de sociedades holding en Luxemburgo para evitar pagar impuestos en nuestro país, así, acogiéndose a un régimen fiscal mucho más favorable. El “Gran Ducado” goza de unas ventajas que lo hacen mucho más atractivo que los paraísos fiscales que se pueden encontrar cerca, ya que este no se considera uno como tal: un sistema que permite reducir la tributación prácticamente a cero; la posibilidad de alcanzar un acuerdo a la carta con las autoridad fiscales que garantiza que esa fiscalidad se va a mantener durante años; y la confidencialidad de todos estos pactos.

Estas empresas utilizan la ingeniería fiscal para diseñar complejos sistemas en los que gracias a estos esquemas financieros, se consigue reducir o suprimir totalmente los gastos sujetos al pago de impuestos. El sistema utilizado por la mayoría de las empresas es el siguiente: consiste en crear una sociedad luxemburguesa de la que cuelgan las filiales en distintos países. Estas filiales desvían el beneficio al Gran Ducado, pagando dividendo desde España, que está exento de retención y no paga en Luxemburgo (al ser un pago transfronterizo, aunque la teoría no diga esto). Esto se hace porque la matriz normalmente se encuentra en EEUU o Reino Unido, y de esa forma se evita sufrir la elevada tributación sobre los dividendos que imponen estos países. Esta práctica se denomina “triangulación”.

¿Es esto juego sucio?

Es cierto que cada país puede elegir libremente la estructura, coste y servicios de su estado de bienestar, y por lo tanto, de sus niveles de recaudación fiscal. Pero también es cierto que los  estados que aplican este tipo de políticas tributarias lo hacen con la intención de atraer divisas extranjeras para fortalecer su economía, lo que hace que parte del dinero que corresponde a otro país sea invertido en otro. Esto se debe a que en países europeos, los tributos que paga una persona física o empresa pueden suponer casi un 50% de sus ingresos.

¿Qué sucede en la economía española debido a esta pérdida de ingresos?

Esta evasión fiscal o fraude, atenta directamente contra los ciudadanos españoles y supone una gran fuga de capitales para España, ya que se escapa con ello una parte importante de su recaudación. Por lo que el PIB no es real, ya que gran parte de los ingresos que se obtendrían debido a los impuestos producidos por los bienes y servicios ofertados por estas multinacionales, debido a su alto nivel de ventas, es ingresado por un gobierno extranjero, mientras que la adquisición se ha producido mediante el salario de los españoles. El impacto de la existencia de estos paraísos fiscales es un elemento que presiona a los regímenes fiscales de los países desarrollados y que los lleva a competir en condiciones de desigualdad, reduciendo sus cargas impositivas para evitar, en cierta medida, la huida del dinero de su país.

Las consecuencias de estos actos, desde mi punto de vista, poco éticos y morales, son múltiples. Desde el incremento de la inestabilidad financiera y las crisis financieras, hasta los ya conocidos casos de corrupción y blanqueo de dinero procedente de actividades ilícitas, pasando por la agudización de la desigualdad y la pobreza. Se ha llegado a tal punto en el que ni siquiera se tiene discreción, no tenemos más que estudiar el caso de Gibraltar, donde actualmente residen 30.000 habitantes y están registradas 50.000 empresas. Situación sobre la cual los gobiernos deberían tomar medidas, ya que, de no ser así, llegará un punto en el que las pequeñas y medianas empresas no puedan competir estas multinacionales que juegan con ventaja, así como los salarios y pensiones de los españoles harán referencia a los gastos producidos en el mismo. Países como Luxemburgo, que tienen mayor potencial económico, se verán económicamente beneficiados mientras que otros como España sufrirán las consecuencias de estos hábitos.


Llegados a este punto, surge de nuevo la gran duda: ¿Qué se debe hacer con los paraísos fiscales? ¿Qué medidas hay que tomar?